Muchas veces el empresario se
desmotiva porque no puede permitirse contratar una secretaria personal y se ve agobiado por las llamadas telefónicas que recibe, no
pudiéndolas atender muchas veces o no dándoles el tratamiento adecuado con lo
que finalmente recurre a activar el contestador automático sin saber que la mayoría de clientes que intentan un
contacto telefónico y no les atiende una persona, cuelgan directamente, pasando
a contactar con la competencia.
El primer problema es que al pequeño empresario
le cuesta delegar ya que cree que lo
puede abarcar todo. Esto sería lo ideal, pero la realidad es que si no se
delega se desborda de trabajo y se arriesga a fracasar en algo tan simple para
sus clientes como es una buena atención
telefónica y una solución rápida a sus problemas.
Una secretaria externa es la solución a este tipo de problemas a los
que se enfrenta el empresario, ya que a través de un sencillo desvío telefónico puede disponer de una
secretaria totalmente formada en su negocio en un amplio horario y que atenderá
sus llamadas de una forma tan profesional que nadie se percatará de que es un
servicio externo. Y lo mejor de todo es el gran ahorro en costes que el
empresario notará desde el primer día en que contrate el servicio.
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